martes, 4 de enero de 2011

Culo Emergency Día 2: El día después



Hoy me levanté un ratito antes que ayer pero igual me quedé dormida. Apurada llamé a Marzia, mi amiga hermana, porque anoche habíamos quedado en ir a cantarle el Feliz Cumpleaños a Flor. Con Marzia somos amigas desde 7mo. grado y con Flor, empezamos nuestra amistad durante los primeros años del colegio secundario. Todas tenemos más de 25, bueno, quizás más de 30 también...pero eso no tiene importancia. Hoy Flor cumple años y con Marzia decidimos ir a visitarla a la mañana porque a la noche yo trabajo.

Todas tenemos la misma edad, pero Flor es siempre la que estrena los años. Después cumplo yo y la más pendex, que disfruta y nos goza con serlo, es Marzia.
Como la más grande del grupo, Flor es siempre la pionera. Fue la primera en casarse, en tener hijos y en independizarse de su trabajo y hacer su propio proyecto. Atrás, desde lejos, la seguimos nosotras. Nos hacemos las modernas y en vez de casarnos, convivimos; llamamos a nuestras parejas, novios y postergamos la maternidad en pos de nuestros proyectos que son sólo una excusa para no crecer.

Como no teníamos torta, se me ocurrió que mi Pan Dulce especial con pepitas de chocolate y una velita que no delate la edad podría ser una excelente opción. Marzia me pasó a buscar con su nuevo novio al que dejamos en la casa de alguien y seguimos nuestro camino. Llegamos a Martínez, en donde Florcita tiene su nuevo local de accesorios. La saludamos y en menos de 10 segundos ya nos habíamos probado carteras, cinturones, pulseras, vinchas, collares, ojotas, bolsos y hasta las pelucas de los maniquies siniestros,que por suerte, tiene escondidos en uno de los probadores. Eso sí, te equivocas de probador y te da un infarto. Después de probarnos todo y no comprar nada, desenfundamos el Pan Dulce especial con pepitas de chocolate de la mochila e hicimos los cantos y el apagado de velitas correspondientes. Tomamos mate, comimos, nos reímos y hasta nos hicimos curaciones de malas ondas con Agua Bendita. No faltaron las fotos de la cumpleañera soplando las velitas, ni las nuestras cabezas con las pelucas roñosas.
El Pan Dulce Especial con pepitas de chocolate quedó con Florcita, la cumpleañera, y Marzia y yo volvimos a nuestras rutinas.

Después de trabajar todo el día, mi cuerpo comenzaba a dar señales de dolor por la actividad física del día anterior y aunque podría haberme preparado un sandwichito de jamón y queso, opté por el pelón y la bananita madura que me esperaba en mi saqueada heladera.

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